Mitos sobre la morfina

asteazkena ,16 urtarrila, 2019
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Resumen

“LA MORFINA Y SUS DERIVADOS NO SON FÁRMACOS SEDANTES, SON ANALGÉSICOS QUE SE UTILIZAN PARA EL CONTROL DEL DOLOR ONCOLÓGICO Y CRÓNICO”

La morfina y sus derivados son potentes analgésicos que tienen mucha utilidad para diferentes tipos de dolores. El Dr. Marcos Lama se refiere en este vídeo a los miedos que existen entre la población sobre estos fármacos: por un lado, porque prevalece la creencia de que crean adicción, y por otro, porque se cree que este tratamiento se indica solo en pacientes en fase terminal.

“La morfina y sus derivados, según explica el Dr. Lama, no crean adicción si se utilizan correctamente. Durante el tratamiento hay que hacer ajustes en las dosis, con bastante frecuencia a lo largo del proceso, para ir controlando de forma eficaz el dolor, y siempre bajo indicación del médico o de la enfermera. No es cierto que se utilicen solo en los pacientes terminales, ya que estos fármacos son muy buenos analgésicos para el dolor oncológico y crónico, como por ejemplo el dolor óseo provocado por la artrosis”.

En la entrevista, el Dr. Lama también habla de los efectos secundarios de la morfina y sus derivados, que son principalmente tres: estreñimiento, náuseas y vómitos, y somnolencia. La mayoría son transitorios y, en los casos que se requiera, se utilizan fármacos para paliarlos. “Para evitar el estreñimiento, la morfina siempre tiene que ir acompañada de laxantes –que aporten agua al intestino-; las náuseas y vómitos son menos frecuentes y también se pueden paliar con fármacos (Primperán); y la somnolencia es una sensación transitoria y, en los casos que sea más acentuada, también se puede contrarrestar con medicación”.

Recalca que la morfina y sus derivados, tal y como se suele creer entre la población, y también entre los profesionales, “no son fármacos que se utilicen como sedantes, se indican para controlar el dolor y la dificultad respiratoria”.

Finalmente, habla de los diferentes tipos de dolor y de cómo se puede controlar cada uno de ellos. “Hay tres tipos de dolor: somático (hay bastantes probabilidades de que se pueda controlar), neuropático (se produce por daño en el sistema nervioso y es más difícil de controlar al cien por cien), y un tercer tipo de dolor que combina los dos anteriores. Tenemos que ser honestos y decir a nuestros pacientes con dolor neuropático que vamos a intentar reducirlo para que se convierta en una molestia, pero que no vamos a poder eliminarlo por completo”.

Dr. Marcos Lama Gay, médico de familia en el Centro de Salud de Isaba (Navarra) y miembro de la Junta Directiva  de la Sociedad Navarra de Cuidados Paliativos (PALIAN).

Fuente: Colegio de Médicos de Navarra

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